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Daniel Neuhaus Facereader

Sobre mí –

Daniel Neuhaus

Lector de rostros

Soy Daniel y acompaño a las personas a encontrarse a sí mismas en su propio rostro. Con una mirada que no añade nada, sino que hace visible lo que ya está allí.

«La sensación de ser realmente visto es una de las experiencias más hermosas que se pueden vivir.»

Una mirada que ha cambiado algo en mí

Sentirse realmente visto

Es una sensación indescriptiblemente hermosa. Y, de hecho, para mí no fue mi círculo más cercano, ni la familia ni amigos de toda la vida, sino un lector de rostros con quien pude experimentar esto por primera vez. Una persona a la que nunca había conocido antes. Y, sin embargo, sentí por primera vez: ahora alguien realmente me entiende. Esta experiencia tendría aún muchas consecuencias.

 

En ese momento comencé a hacer las paces conmigo mismo, porque sentí que soy exactamente correcto tal como soy.

Mi camino rara vez ha sido lineal

Si miras mi vida, verás muchos comienzos nuevos. Fui director general, conserje, músico, artesano, y viví en distintos lugares, incluidos algunos años en el extranjero.

 

Durante mucho tiempo lo sentí como inestabilidad. Siempre me sentí así: puedo hacer de todo, pero nada bien. Esta inquietud y descontento me acompañaron durante años. Y en algún momento se volvió demasiado.

 

Tras un burnout en 2011, algunos años después atravesé una fase en la que poco a poco caí en una depresión. Me di cuenta: así no puede continuar y empecé a hacerme preguntas que hasta entonces había logrado reprimir.

 

Una de las preguntas más importantes fue: ¿Quién soy realmente? Y otra, no menos importante: ¿Qué quiero yo realmente? ¿Cuáles son mis deseos y sueños y cuáles pertenecen solo a los demás?

 

Estas preguntas eran incómodas y nada fáciles de responder. Pero eran honestas, conmigo mismo. Y abrieron en mí algo que había mantenido cubierto durante mucho tiempo: la conexión conmigo mismo.

Cómo llegó la lectura del rostro a mi vida

Viví cuatro años en Guangzhou, una ciudad en el sur de China, cerca de Hong Kong. Allí me encontré por primera vez con la lectura del rostro china, como parte natural de la cultura y de las negociaciones comerciales locales. Eso despertó mi curiosidad. Pero mi primer reading profundo lo experimenté en otro lugar.

 

Recuerdo ese momento hasta hoy. Una persona que no me conocía habló sobre mi rostro y mi personalidad y tocó algo en mí que apenas podía creer. Se sintió como si esa persona desplegara ante mí el plano individual de mi alma.

 

Por primera vez comencé a comprenderme de verdad y a reconocer conexiones que durante toda mi vida me habían resultado confusas. Y lo más hermoso de este descubrimiento sobre mí mismo: por primera vez dejé de luchar contra partes de mi propia personalidad.

Mi camino empezó a profundizarse

A partir de entonces, el tema de la lectura del rostro no me dejó más. Comencé a aprender, no por ambición, sino por un deseo interno de comprender profundamente el Face Reading.

 

He tenido muchos maestros en mi camino hasta ahora. Algunos en encuentros personales, otros a través de libros, su lenguaje, su actitud y su perspectiva sobre este tema tan complejo. Provenían de Alemania, Estados Unidos, India y Rumanía. Algunas corrientes eran occidentales, otras orientales. Y lo que me llena de gratitud: con la mayoría de estos maestros se desarrolló con el tiempo un contacto cercano e incluso amistad, algo que hasta hoy me ayuda a intercambiarme con colegas y plantear preguntas.

 

Especialmente significativa ha sido la literatura china sobre Siang Mien, que me ha acompañado y formado intensamente durante años. Todo ello con un objetivo: comprender mejor a las personas.

 

Quiero subrayar que no se trata de “leer” a la gente para entenderla por completo, sino de hacer visible la belleza de la personalidad de cada persona. Hacia un trato más benevolente y empático entre las personas y, en última instancia, permitir a las personas una nueva conexión consigo mismas.

«Lo que hemos sentido durante mucho tiempo en nuestro interior se vuelve visible en el rostro, cuando estamos dispuestos a mirar.»

Leer rostros significa recordar a las personas

Lo que hago hoy es difícil de poner en palabras. Leo rostros, sí. Pero, en realidad, leo a las personas: sus talentos, sus fortalezas, su historia.

 

Y a veces también lo que ellas mismas han olvidado. Por eso, para mí, un Face Reading es siempre también un recordatorio de nosotros mismos, de esa personalidad esencial con la que llegamos a este mundo. Y precisamente eso tiene el poder de transformar todo.

 

Me encanta ver cómo las personas empiezan a verse de nuevo. Cuando reconocen: hay mucho más en mí de lo que pensaba. Y lo que hay no está mal, sino que es la perfección única que me fue otorgada, de mi personalidad y talentos, completa y sin carencias.

¿Y además?

  • He tocado el piano en bandas durante más de veinte años, sin saber leer partituras.

  • En China, me llegó un periquito domesticado. Algún día empezó a hablar en alemán e inglés.

  • ¿Queso de Harz, champiñones y pasas? No los necesito.

  • Cuando afuera hay humedad, mis rizos se encrespan como si un pájaro quisiera vivir en ellos.

  • ¿Sin café por la mañana? Mejor no tomar decisiones importantes.

Si sientes que hay algo en ti que desea ser visto

Entonces estaría encantado de acompañarte en una parte del camino. Con presencia tranquila y claridad, y con un ojo para aquello que quizá hayas sentido profundamente durante mucho tiempo, pero que nunca habías visto reflejado con tanta claridad.

¡Estoy deseando verte!

Daniel

Daniel Neuhaus Face Reader

Qué te espera en un Face Reading personal

Un Face Reading personal conmigo es mucho más que un simple análisis. Es un espacio en el que puedes encontrarte de nuevo contigo mismo. Claro, atento y con una mirada abierta. Me tomo el tiempo para ti, para tu rostro y para tus preguntas.

 

No se trata de encasillamientos ni tipologías, sino de aquello que te define como persona en tu esencia más profunda. Descubrirás qué talentos están presentes en ti, qué potenciales quizá llevan tiempo esperando ser vividos y qué revela tu rostro sobre tu plano interior.

 

Si sientes que quieres reconocerte a ti mismo en un nivel más profundo, estaré encantado de acompañarte en este camino.

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